Materiales para sistemas de abastecimiento y drenaje de agua.

Los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y otras iniciativas internacionales para mejorar la seguridad del agua han intensificado la presión sobre los constructores de viviendas y otras empresas del sector de la construcción que proporcionan infraestructuras residenciales y de alcantarillado para que ofrezcan una mayor seguridad del agua, reduzcan las emisiones de dióxido de carbono y gestionen de manera sostenible los recursos hídricos. El objetivo de mejorar la seguridad del agua, en particular, ha llevado a un fortalecimiento mundial de las normas reglamentarias para los materiales que entran en contacto con el agua, con el objetivo específico de prevenir la contaminación por plomo y otros eluyentes tóxicos que se filtran en el agua a partir del latón, el cobre y otros metales que se utilizan tradicionalmente para formar tuberías.

Además, la creciente construcción de viviendas, edificios e infraestructura ha aumentado la demanda de sistemas de agua potable, en particular en los países en desarrollo. Como resultado, los constructores de viviendas y otras empresas del sector de la construcción se enfrentan a un difícil desafío: aprovechar al máximo (según las circunstancias individuales específicas) los materiales que satisfacen las normas reglamentarias en todo el mundo, todo ello mientras se navega por las crecientes complejidades de las cadenas de suministro actuales.

En este entorno, los diseñadores de productos han buscado cada vez más reemplazar los metales con plásticos como materiales constituyentes de los componentes diseñados para entrar en contacto con agua potable, incluidos componentes que pueden parecer invisibles en nuestra vida diaria, como medidores de uso de agua, grifos, duchas, tuberías, uniones y filtros.

Pero las ventajas de cambiar a materiales de resina no se limitan a la protección contra eluyentes tóxicos y contaminantes; las propiedades únicas de las resinas, incluidas sus buenas propiedades mecánicas, su resistencia química y el hecho de que no se oxidan, sirven para extender la vida útil del producto, mientras que su menor peso reduce el costo y el impacto ambiental del envío de productos.